Cromoterapia

La Cromoterapia a lo largo de la historia

Desde la más remota antigüedad, el hombre ha empleado los colores con propósitos sanadores.
Se sabe que en Egipto, los antiguos sacerdotes del templo de Heliópolis, sanaban por medio de gemas que utilizaban como lentes para filtrar la luz solar, las curaciones se llevaban a cabo según los colores espectrales presentes en las distintas horas del día.

En la China Imperial los médicos taoístas diagnosticaban las enfermedades por el color de la piel y empleaban sedas de colores sobre las ventanas o en ambientes iluminados por velas para crear espacios de curación.

En India el color ha sido considerado desde siempre un elemento sanador tratando los chacras o centros energéticos con colores y la medicina Ayurvédica lo incorpora en sus tratamientos a través de la alimentación, los ejercicios de respiración y las visualizaciones creativas.

luz del sol a través de una flor

La cromoterapia y la ciencia

El espectro solar descubierto por Newton al descomponer la luz por medio de un prisma de cristal está formado de radiaciones que se suceden siempre en el mismo orden. La totalidad del espectro visible puede separarse mediante prismas o filtros apropiados en diferentes longitudes de onda, representando así diferentes colores.

Una superficie puede reflejar pura y simplemente la totalidad de estas radiaciones, entonces la superficie se llama blanca, o bien absorber alguna de ellas reflejando las restantes, apareciendo una coloración debida a la combinación de estas radiaciones. Así los colores cercanos al rojo producen efectos físicos como calor, etc …, y los más cercanos al violeta, producen efectos químicos.

Las diferentes longitudes de onda (que contienen una vibración y una frecuencia) van a determinar los diferentes colores y su acción terapéutica.

Estas longitudes de onda son captadas por nuestras células y se convierten en impulsos electromagnéticos que llegan al sistema nervioso, específicamente al hipotálamo, director de todos los procesos endocrino-hormonales, que son los responsables de controlar la mayoría de las funciones orgánicas. En este hecho es donde interactúan la Biología y la Física. Consiguiendo con ello una armonización en nuestro cuerpo, mente y como resultado el bienestar.